Las verdaderas fiestas ocurren en el cuerpo y en los sueños. Alejandra Pizarnik .los antiguos videntes
vieron que la conciencia de ser del hombre
Mi interés en esta ficha es poder ubicar algunos puntos, cruciales quizás, del desarrol o de las dimensiones energéticas en el campo de la clínica psicocorporal. Se trata de lugares específicos a través de los cuales se puede visualizar un mapa que oriente por un lado la lectura bibliográfica sobre el tema, y por el otro hacer un avance sobre lo que actualmente l amamos energía sutil, con la cual estamos interesados y vinculados los que estamos en este campo de investigación y practica psicocorporal. El campo de la bioenergía proviene, en sus antecedentes, de las exploraciones clínicas psicoanalíticas. Siguiendo ese linaje, el primero en ubicar en el terreno clínico una dimensión energética al entramado psíquico fue S. Freud. En su exploración descubrió:
- La existencia de una energía susceptible de desplazamiento. -Que dicha energía navega entre las representaciones cargándolas o no. - Que hay un desplazamiento de cargas que sostienen a las representaciones, de manera tal que ciertas representaciones quedan sobrecargadas en detrimento de otras, las originarias, que por su afecto producen conflicto al yo, y que de esta manera aportan su carga, desplazándola a otra cadena representacional, constituyendo los síntomas y rituales o cermoniales obsesivos. -O bien la carga se desplaza al cuerpo sobrecargando los organos en detrimento también de la carga de las representaciones originarias proveedoras del conflicto.
De esta manera y a través del concepto de pulsión –fronterizo entre psique y soma- Freud vinculó los planos psíquico y somático. Su interés estaba en la dimensión energética de la pulsión, la libido, ya que a través de ella, en su dislocamiento, se encontraba la fuente (energética) de los conflictos. De aquí deviene la técnica de la asociación libre: a través de un trabajo sobre las representaciones, y el soltar el control en la producción de las mismas en la experiencia analítica, la energía vuelve a reencauzarse sobre las representaciones originarias y de esta manera el yo, anoticiándose, pueda encontrar nuevas formas de conducirse en la vida teniendo en cuenta sus verdaderos anhelos, deseos, y necesidades. La pulsión, en tanto concepto fronterizo entre psique y soma, arranca al cuerpo de la medicina clásica, permitiéndole en su expresión ser el lugar, escenario, de las intensidades y conflictos mentales, psíquicos. El planteo freudiano es netamente energético en sus inicios. Por algún motivo él abandona esta exploración abriendo la metapsicología y explicando los fenómenos clínicos a la luz de tres instancias –metapsicología-, una de las cuales es la energética –también denominada estructural, económica-. Es en este punto donde aparece W. Reich, discípulo directo de Freud. Interesado por la sexología, continúa investigando los fenómenos energéticos en el plano específicamente fisiológico, apoyándose en la biología. Y continuando los intentos freudianos de darle un sustrato orgánico al concepto de pulsión, específicamente en su fuente, la libido. Reich, midió y cuantificó impulsos tanto afectivos como sexuales en investigaciones con electrodos y descubrió la existencia de una energía eléctrica en el cuerpo humano que se distinguía de la energía electromagnética. Llamó a este tipo
específico de energía, bioenergía. Las mediciones demostraban un aumento de carga en el placer y una disminución de la misma frente al displacer . El aumento o disminución de carga en el cuerpo estaban vehiculizadas por iones (por ej.:calcio y potasio). El aumento de carga energética en el placer estaba ubicada en la periferia del cuerpo con disminución de carga en el centro. Y viceversa el aumento de carga en el displacer se ubicaba en el centro, mientras en la periferia disminuía. De esta manera se esclareció en términos económico-energéticos, que la angustia y el placer a su vez determinan dos direcciones energéticas, hacia el centro y la periferia del organismo (centros vegetativos- piel). Y esto está regulado por el sistema nervioso autónomo en su pulsación simpática- parasimpática. El psiquismo humano y sus afectos básicos placer y displacer-angustia pasaron a pertenecer en su base al dominio de la biología, que transporta en sus redes, canales y fluidos, la bioenergía. Lo biológico, somático es a la bioenergía lo que el cable a la electricidad, aquel o por donde circula. Este descubrimiento produjo un quiebre definitivo del psicoanálisis como institución internacional con respecto a Reich, ya que al descubrir dicha energía en el plano fisiológico se le estaba dando confirmación a la hipótesis freudiana de la existencia de una energía como rectora del psiquismo. Hipotesis que Freud había descartado. Más adelante, a los pocos años W. Reich descubre, a través de cierto instrumental, la existencia de una energía específica que da lugar a la existencia tanto orgánica como no orgánica. Denominó a esa energía Orgón. La bioenergía es la extensión de ese orgón en la existencia humana. En este punto el universo en Reich pasa a ser a ser comprendido en términos de la manifestación material de una pulsación energética fundamental. Veamos con detenimiento las dimensiones bioenergéticas. En términos generales la vemos y la sentimos a través de sus distintas expresiones: fluidez, bloqueo, calor, frío, sudor caliente o frío, rubor, palidez , bostezo, tosido, náusea y vómito, somnolencia, lagrimeo, excitación sexual, vibraciones musculares, temblores, movimientos peristálticos, dolores musculares, cansancio, ansiedad o angustia, parestesias, calambres, sensaciones de levitar, sensación de unidad corporal, sensación de abandono agradable o caer, etc. Estas distintas expresiones de la energía van a catectizar distintas representaciones, y de esta manera un trabajo que apunta a movilizar la energía intenta producir una “palabra orgánica”, es decir una palabra que provenga de las profundidades somáticas que reestablezca la unidad psicosomática, quebrantada en la condición patológica, en la cual la palabra se piensa a sí misma. Es aquí cuando cobra sentido la frase “estar en la cabeza”, aludiendo a la pérdida de contacto con las sensaciones. Otra dimensión a tener en cuenta es la cuestión de la carga y la descarga. Tema extensamente desarrol ado por Reich en el libro “La función del orgasmo”, en el cual él describe la fórmula del orgasmo en términos energéticos: tensión mecánica- carga eléctrica- descarga electrica- relajación mecánica. Esta curva del orgasmo representa en clínica el paradigma de la actividad emocional. La expresión de sentimientos y emociones responde a dicho modelo, y en la medida que esa curva se produce el ser encuentra autoregulación y paz. Reich estaba especialmente interesado en provocar en sus pacientes dichos procesos de autoregulación a partir de la expresión de la energía bloqueada en la coraza muscular. En este punto él quedaba fuera del sistema energético del paciente, solo se involucraba a los fines de percibir con la mayor claridad posible los bloqueos que afectaban a partir de la “identificación vegetativa”, y así poder liberar a la pulsión de sus cristalizaciones caracteriales. Hoy estamos más interesados también, dadas las vicisitudes de la clínica actual, en abrir dimensiones en términos de energía vincular, ya que un modelo de trabajo interactivo es el que daría más respuesta en relación a las problemáticas tan severas de anulación y aniquilamiento del ser en etapas preverbales de la existencia. Esto significa poder abrirnos a registrar lo que nos sucede estando en el encuentro con otro. Cómo la energía comienza a movilizarse a partir de ese contacto. Qué tipos de bloqueos aparecen. Qué cualidad de contacto me abre, qué patron interactivo me despierta. Qué nivel de energía se mueve en ese espacio interactivo. Cual es la potencia de ese espacio interactivo. Ya que la sensación y sus cualidades energéticas nacieron en vínculo, es solo quizás a través del vínculo que el ser consigue encontrar nuevas dimensiones energéticas. Cada vínculo es único e irrepetible y como tal el ser va a abrir distintas dimensiones únicas en cada encuentro. En este punto es posible preguntarse si el vínculo permite abrir barreras de conexión con uno mismo que hasta el momento habían estado bloqueadas o si por el contrario , es necesario primero tener suficiente fluidez en el espacio propio para poder dejarse afectar por el del otro. Con energía vincular estamos aludiendo al hecho de la posibilidad de construcción de un espacio energético potencial que permita vehiculizar a ambos seres elementos propios, y a partir de la interacción generar expansión energética en cada uno de ellos, con la consecuente modificación subjetiva. De esta manera vamos yendo de lo denso a lo sutil. De lo somático a lo trans-somático Un cuerpo al lado de otro provoca reacciones suceptibles de ser sentidas por más que no haya habido interacción tan concreta. Quizás se trate de emanaciones mutuas que impactan en el cuerpo físico. Esto, si consideramos que el ser existe en tanto campo de energía que en uno de sus planos encarna en un cuerpo físico. Ese campo de energía (para ciertas tradiciones antiguas son l amadas fibras energéticas concientes de ser) que encarna en un cuerpo físico visible e interactúa con otro campo de energía, con otro ser, envía fibras pulsátiles permanentemente en la interacción. Esas fibras parecen contener cierta información suceptible de ser captada por el otro en estados muy sutiles de conexión. Cual es el alcance de esa conexión? Quizás los seres se conectan y no están en presencia física pero uno sabe del otro. Un ser “ve” al otro, lo que le está sucediendo, o sintiendo, o pensando. Y esa conexión puede l egar en sueños o en estados especiales de conciencia. Aquí enfrentamos el misterio. Si bien ante la energía biológica estábamos frente a lo visible somático, aquí parece ser que estamos frente a algo que puede ser visto con la totalidad de nuestro ser. Mi intento en esta ficha es pasar del cuerpo hablado (la pulsión a nivel representacional- energía psíquica), hacia el cuerpo sentido ( energía biológica- densa), hacia el cuerpo en interacción (energía vincular), hacia el cuerpo en término de fibras energéticas o campo de energía (energía sutil).
Lic. Gastón Rigo Bibliografía Sigmund Freud: “Pulsiones y destinos de Pulsión” Wilhem Reich: “La Función del Orgasmo” David Boadella: “Corrientes de Vida” Guy Tonnella: “El sí mismo Interactivo” Carlos Castaneda: “El Fuego Interior”
ACNE PATIENT INFORMATION Acne is a skin disease affecting the pilosebaceous unit (oil glands). When these pores do not drain properly, the oil attracts unique bacteria to be trapped causing inflammation to occur. Clinical manifestations range from mild to severe, such as comedones (whiteheads and blackheads) or cysts. Acne can also be described as inflammatory or non-inflammatory. Seve
Samverkan är ett ofta diskuterat begrepp.1 Jag ska här ta upp en enda aspekt som är av stor betydelse vid samverkan: Att man är medveten om sitt eget uppdrag. Var mitt uppdrag börjar och slutar och när någon annans tar vid. Det är när man oombedd går över denna gräns som irritation och problem uppstår. Ibland sitter man flera personer på ett möte om en klient. Alla närvarande har o